Inicio / Noticias / Zarpando rumbo a la adaptación de la pesca y la acuicultura al cambio climático
14 mayo 2021
El cambio climático es un proceso en curso que está afectando a nuestro planeta, en el cual los ecosistemas marinos cubren más del 70% de su superficie. El aumento de la temperatura, la disminución del oxígeno disuelto y la acidificación del agua de mar, así como la intensificación de eventos extremos como marejadas y El Niño, son ejemplos de amenazas para estos ecosistemas y los servicios que ellos generan. Entre estos últimos, se destacan la pesca y la acuicultura que deberán enfrentar riesgos de menor desembarque, variables, aparición de nuevos recursos pesqueros, desplazamientos geográficos o menores cosechas en los centros de cultivo. En este escenario, los sectores más vulnerables son las comunidades costeras asociadas a la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala. En Chile, existe consenso a nivel nacional que la mejor estrategia para enfrentar las consecuencias del cambio climático es la preparación o adaptación, basados en datos científicos, de las comunidades potencialmente afectadas.
En el contexto descrito, desde 2017 y hasta junio de 2021 se realizó el Proyecto “Fortalecimiento de la capacidad de adaptación en el sector pesquero y acuícola chileno al cambio climático”, ejecutado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) y el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés).
Esta iniciativa tuvo como objetivo central reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático del sector pesquero artesanal y acuícola de pequeña escala.
El Proyecto abordó tres ámbitos de acción: (i) el fortalecimiento de las capacidades institucionales públicas y privadas a fin de apoyar el proceso de adaptación de la pesca y la acuicultura, (ii) el mejoramiento de la capacidad de adaptación de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala a través de iniciativas piloto; y (iii) el fortalecimiento del conocimiento y sensibilización sobre el cambio climático en las comunidades pesqueras y acuícolas con el fin de integrarlas al proceso de adaptación de la pesca y la acuicultura.
Las acciones de adaptación se implementaron en cuatro caletas piloto: Riquelme en Tarapacá, Tongoy en Coquimbo, Coliumo en Biobío y El Manzano-Hualaihué en Los Lagos.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de las iniciativas implementadas en los sitios piloto.
En Caleta Riquelme, se preparó una estrategia y plan de acción para el desarrollo del turismo de intereses especiales, con enfoque en la integración al entorno y sustentabilidad en las actividades. Ricardo Williamson, presidente de la Corporación Caleta Riquelme, señala “vemos en el turismo una alternativa para adaptarnos al cambio climático y para ello necesitamos de la colaboración del sector público y privado. Ya contamos con un recorrido interior que da cuenta de nuestro patrimonio cultural y natural y gracias la Seremía de Economía, del Medio Ambiente, SERNATUR, las empresas pesqueras y el puerto, hermoseamos la fachada de la caleta”.
En Caleta Tongoy, destaca la primera experiencia desarrollada por mujeres cultivando ostra japonesa (Crassostrea gigas). Con esta práctica, este grupo de pescadoras se inició en la acuicultura, actividad desarrollada principalmente por hombres en la caleta. Esta iniciativa fue todo un éxito, además de cultivar el recurso, innovaron agregando valor mediante la elaboración de ostras en conserva, todo esto fue la base para que este grupo de mujeres se constituyera en una Cooperativa con el objetivo de seguir desarrollando la actividad y escalarla comercialmente. Devora García, señaló “No fue fácil, pero logramos sacar adelante el proyecto, era una experiencia nueva. Hoy podemos pensar en transformar estos conocimientos en una fuente de trabajo estable con el cultivo de ostras, lo que nos llena de orgullo y nos genera nuevos desafíos para el futuro”.
En Caleta Coliumo, Eric Torres Colla, joven pescador dedicado junto a su familia a la extracción de sardina, ha visto cambios estacionales y disminuir el recurso a lo largo del tiempo, lo que se explicaría por sobrepesca y su comportamiento frente a la variabilidad ambiental y climática. Eric comenta: “cada vez las cuotas son más reducidas y las temporadas más variables y largas. Nos preparamos para el futuro. Comenzamos a diversificar con mi hermano Víctor. Hoy, con el enfoque adaptación y las prácticas de valor agregado que nos entregó el proyecto, muchos ya producimos sierra, reineta y otros ahumados. Lo que nos abre un abanico de oportunidades para generar productos con identidad local”.
En Caleta El Manzano-Hualaihué, se destaca el fortalecimiento de las capacidades institucionales y públicas, y la capacitación en materia de cambio climático. Alejandro Naiman pescador merlucero y dirigente local comenta sobre la gobernanza: “están involucradas juntas de vecinos, la escuela, comunidades indígenas, sindicatos, federación, Dirección Zonal, somos un equipo completo que va tomando interés y encontrando explicación a lo que no podíamos, junto con la perseverancia para lograr el objetivo de entender que el cambio climático llego para quedarse, aunque no nos guste y ojalá continuar, dando la posibilidad a niñas y niños de insertarse en el tema”.
Esta iniciativa, pionera a nivel país, ha relevado la vulnerabilidad de las comunidades costeras frente al cambio climático, promoviendo un enfoque de adaptación en la toma de decisiones e incorporando esta variable en el diseño e implementación de políticas públicas. Asimismo, ha gestionado experiencias piloto de diversificación productiva fortaleciendo la capacidad de adaptación del sector pesquero artesanal y acuicultura de pequeña escala frente a los efectos del cambio climático. Así, los resultados y productos del Proyecto complementan diferentes políticas públicas orientadas a fomentar el desarrollo integral y sustentable de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala.
En el ámbito nacional, destaca la implementación de un Programa de Capacitación Institucional sobre adaptación al cambio climático en pesca y acuicultura, liderado por el Centro COPAS Sur-Austral de la Universidad de Concepción (UdeC). Durante el desarrollo del Programa, se realizaron siete talleres, logrando una participación de 130 expertos; Asimismo, se realizaron 8 talleres con autoridades y tomadores de decisión, sumando una asistencia total de 122 participantes; Además, se llevó a cabo un Curso/Diploma semipresencial de 204 horas pedagógicas, dirigido a funcionarios públicos ligados a 15 instituciones públicas que participan, de alguna u otra manera, en la gestión la pesca y la acuicultura, alcanzando un total de 172 estudiantes que finalizaron el curso.
Por otra parte, en el marco del proyecto nacional, se le encomendó al Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), la tarea de diseñar un “Sistema de Información Interoperable, que sistematice e integre datos de pesca, acuicultura y cambio climático”, sin embargo, la experiencia del equipo de IFOP, liderado por el Dr. Jaime Letelier, fue tal, que lograron ir más allá del requerimiento, llegando a un “prototipo funcional” vinculado a una base de datos institucional restructurada, la cual cuenta con el aporte de datos del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), el Servicio Meteorológico de la Armada (SERVIMET), la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) . Esta plataforma permite a los pescadores artesanales entre Ecuador y la región de Magallanes obtener información diaria de Temperatura Superficial del Mar y la concentración de clorofila superficial del mar, para dirigir sus operaciones de pesca o tomar decisiones respectos de sus actividades costeras. Por otro lado, el sistema permite también hacer un seguimiento de las tendencias de largo plazo de las variables e indicadores ambientales que caracterizan los principales ecosistemas nacionales y los recursos pesqueros que los habitan para que la autoridad sectorial procure la sustentabilidad de los recursos pesqueros y sus ecosistemas, por tanto, la sostenibilidad de la actividad pesquera artesanal y la acuicultura de pequeña escala.
Nota realizada por Ifop.cl